EL MATADOR Y EL CONEJO
- LA REVISTA DEL CARIBE
- 8 mar 2017
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Como una vergüenza ha sido catalogado por algunos el hecho de que dos encumbrados de la política doméstica hayan terminado una pea en golpes.
Se ha dicho que los niños, los locos y los borrachos nunca esconden la verdad. Y eso parece ser lo que aconteció en Minca donde ‘El Conejo’ y ‘El Matador’, embriagados de odio y petulancia parecieron mostrar su esencia.
Son los locos que tienen desquiciados a Santa Marta y Magdalena en un no futuro. Son los locos que burlescamente se muestran defensores de quienes han sido y/o serán víctimas de sus delirios, y que en incontrolada cleptomanía agarran lo público y lo hacen propio.
Esta vez ‘El Conejo’ pudo haber resultado matador, pero es un secreto a voces que ‘El Matador’ es un experto en la dialéctica para poner conejo.
Son los locos que desde la embriaguez del poder en el control de administraciones distritales, universitarias y departamentales se han aliado con otros victimarios como los del sicariato, el narcotráfico, las motosierras y el pederasta depredador de niñas en la Sierra Nevada.
Porque ellos son solamente dos personajes de esa fábula en la que la fantasía se mimetiza en lo tangible para enrostrarnos el desequilibrio de una esquizofrenia colectiva.
Porque como locos hay quienes únicamente son capaces de mostrarse cuando están borrachos.
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